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Zero Day Initiative de TippingPoint ha impuesto una nueva regla destinada a presionar a los fabricantes de software para que solucionen lo antes posible sus errores: si pasados seis meses desde que se les avise de un fallo de seguridad de forma privada, no lo han corregido, lo harán público.

iDefense y Zero Day Initiative son dos iniciativas de compañías privadas que compran vulnerabilidades, con la única condición de que se les cedan en exclusiva. La intención de estas dos empresas es apropiarse de vulnerabilidades relevantes en sistemas muy usados. Los investigadores privados que encuentren un fallo, pueden acudir a ellos a vender los detalles. Una vez pagan por la vulnerabilidad, estas dos empresas aplican la política de "revelación responsable" (o "coordinada" como prefiere ahora la industria), es decir, informan al fabricante del problema y anuncian el fallo (siempre que sea posible) sólo cuando existe parche disponible. Ambas compañías esperan (a veces pacientemente) a que el fabricante haya solucionado la vulnerabilidad para hacer público su descubrimiento. Se centran en vulnerabilidades relevantes, que supongan un impacto real y que permitan realmente ser explotadas por un atacante.

TippingPoint se ha cansado de esperar, y desde el 4 de agosto impondrá un límite de seis meses para que el fabricante solucione el fallo. Dicen que tienen unas 31 vulnerabilidades que llevan un año esperando. Según ellos esto no es aceptable. Por ejemplo, y según sus propios datos públicos, conocen seis vulnerabilidades críticas de IBM que llevan más de 600 días esperando a ser resueltas. También tienen más de 90 que llevan más de seis meses esperando. Ante este panorama, a los seis meses hará públicos ciertos datos del problema (en ningún caso todos los detalles), si el fabricante no ha creado un parche aún. En cualquier caso, dejan la puerta abierta a posibles excepciones si está justificado que la solución se demore por razones técnicas.

Según TippingPoint, una de las consecuencias de estas demoras es que cada vez con mayor frecuencia, los investigadores están descubriendo una vulnerabilidad y, pasado un tiempo, alguien vuelve a reportarla como nueva. Como los detalles no se hacen públicos, mientras se corrige, quien la descubre en segundo lugar no tiene forma de saber si ésta ha sido ya enviada o no a TippingPoint. Esto, evidentemente, indica que cuanto más tiempo tarde la solución, más probable es que alguien con no muy buenas intenciones la descubra y la aproveche en beneficio propio.

Esta iniciativa se enmarca en la agitada escena actual del "full disclosure". Hace poco el equipo de seguridad de Google (a raíz de la vulnerabilidad encontrada por Tavis Ormandy) afirmó que dejaría 60 días para que el fabricante creara un parche. Tras esto, Microsoft decidió cambiar la palabra "responsable" por "coordinada" en la expresión "responsible disclosure".

fuente: hispasec.com

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